Cibcom

Cibcom (acrónimo de Cibercomunismo) es un grupo de investigación interdisciplinar dedicado a explorar las posibilidades de la planificación socialista de la economía en las condiciones tecnológicas actuales (informática, telecomunicaciones o inteligencia artificial) dentro de la perspectiva teórica abierta por los trabajos de Stafford Beer, Paul Cockshott, Allin Cottrell, el Grupo de Comunistas Internacionales (GIC), Tomas Härdin, David Zachariah, Dónal Costello, Tom O’Brien, General Intellect Unit… Su objetivo es el de establecer los fundamentos institucionales, económicos y computacionales que serían necesarios para construir un modelo de economía socialista democráticamente planificada viable y eficiente inspirado en las ideas de Marx.

Una economía democrática

Entendemos que la planificación económica constituye el dispositivo institucional fundamental que permite hacer operativo el principio comunista de regulación consciente, racional y democrática de la economía. Se trata de una perspectiva opuesta a la mera “estatalización” de los medios de producción, sin participación efectiva de los trabajadores, y también a las propuestas de “socialismo de mercado”, que dejan intacta la lógica ciega del beneficio y sus principales consecuencias, como la desigualdad, la inestabilidad o la subutilización de recursos. Ninguna de estas propuestas es compatible con nuestra reivindicación del comunismo de Marx entendido como proyecto de emancipación social basado en el autogobierno ciudadano, una sociedad libre que se ordenaría según el principio básico de que las decisiones y su implementación las deben tomar quienes son afectados por ellas en los distintos niveles (empresa, territorio o economía nacional).

Una alternativa factible frente al colapso

Nuestra tarea tiene una manifiesta intención política. Consideramos que cualquier posibilidad de revertir el retroceso sufrido por los revolucionarios en las últimas décadas pasa por la reconstrucción bien fundada del ideario emancipador. Para ello es necesario situar los argumentos a favor de la planificación económica nuevamente a la ofensiva, haciendo que el comunismo vuelva a aparecer entre amplias capas de los trabajadores no solo como un horizonte deseable desde un punto de vista ético sino también como un orden institucionalmente viable. Asimismo, frente a las ilusiones reformistas que siempre acaban desvaneciéndose ante la implacable lógica del capital, entendemos que la lucha por este orden social superior constituye la verdadera tarea práctica y urgente que enfrentar. Estamos convencidos de que es la única perspectiva capaz de poner el desarrollo tecnológico al servicio de las necesidades humanas y evitar así el colapso ecológico del planeta.